IPN|30, Jul 2020. Para la generación de energía renovable que contribuya al cuidado ambiental, el Director General del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, inauguraron una Planta de Biodiésel en la Central de Abasto, la cual se construyó con la participación de esta casa de estudios.
El Director General del IPN, Mario Alberto Rodríguez Casas, afirmó que la construcción de la Planta se realizó con base en la tecnología que desarrolló el Centro Mexicano para la Producción Más Limpia (CMP+L) del Politécnico, y fue diseñada y edificada de acuerdo a las normas emitidas por la Secretaría de Energía.
“Esta Planta es, además, una buena solución de ingeniería y de cuidado ambiental, y estamos orgullosos de nuestra contribución. En este proyecto, como en otros más, hemos sido y seguiremos siendo el aliado tecnológico del Gobierno de la Ciudad de México; colaboramos en el diseño y en su arranque y estabilización de la operación”, resaltó.
Indicó que el proyecto es el resultado de un esquema de pentahélice, es decir, de la colaboración del gobierno, academia, empresas, sociedad y medio ambiente. “Este esfuerzo marcará una diferencia en la innovación tecnológica para la producción de biodiésel en México, ya que esta Planta no genera aguas residuales y tiene ciclos regenerativos de calor, esto es, tampoco disipa calor al medio ambiente”, señaló.
El Titular del IPN explicó que la Planta de Biodiésel se construyó con un catalizador específico y adecuado para el aceite vegetal; está diseñado y fabricado por investigadores del CMP+L, quienes aplicaron reingeniería de proceso, lo que permitió un combustible transferible y atractivo para los sectores social y productivo.
Además, la calidad del producto estará certificada por el Laboratorio Nacional de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de Biocombustibles del CMP+L del IPN de conformidad con las normas internacionales en la materia, puntualizó.
Durante la inauguración de la Planta de Biodiésel, el Director General del IPN señaló que, sin duda, la ciencia y la tecnología están presentes en este proyecto, pero también hay beneficios sociales que derivarán de su operación.
“Tal es el caso del establecimiento de un Laboratorio de Innovación en Bioenergía, con sede en la Central de Abasto de la Ciudad de México, que será un espacio de aprendizaje y generación de nuevo conocimiento al estar abierto a estudiantes y académicos de cualquier institución educativa, no solo de la Ciudad de México, mediante un programa de difusión de Ciencia y Tecnología”, agregó.
Al agradecer a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la confianza que brindó al Politécnico en este proyecto, aseguró que además éste servirá para el impulso de nuevas empresas de base tecnológica nacionales, que representarán fuentes de empleo para perfiles altamente especializados, principalmente en la Alcaldía de Iztapalapa.
El Director General del IPN aseguró que con el empleo del biodiésel se prevé en el corto plazo mejoras en la calidad del aire, porque será un combustible limpio. Con estas acciones, el Politécnico “ofrecerá a la Ciudad de México y al país sus capacidades institucionales y con ello demostrar que seguiremos poniendo la Técnica al Servicio de la Patria”.
Al hacer uso de la palabra, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, agradeció la participación del IPN y la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) para la realización de este primer ejercicio de energía renovable, que además demuestra que la academia y el gobierno tienen un potencial enorme de desarrollo.
Explicó que la producción de biodiésel, a través del aceite usado de cocina, que generará esta Planta, permitirá la operación de 200 autobuses con un 10 por ciento de mezcla con el diésel.
En su oportunidad, la Titular de la SECTEI, Rosaura Ruiz Gutiérrez, reconoció el apoyo y las contribuciones del IPN en la construcción de este proyecto, porque se aplicó tecnología nacional patentada en procesos industriales verdes, a partir de aceite comercial residual para obtener combustible ecológico y de alta eficiencia energética. Con esta colaboración, el “Politécnico pone la técnica al servicio de la nación”, expresó.